Se me agrietan los labios de los besos que no he dado, se me corrompe al corazón con palabras de amor que caducan en mis manos sin que nadie las coseche. Se me arruga el papel con declaraciones a pecho descubierto, me desangro en versos que no escribo, y huérfanos de lectora, los párrafos infinitos que no he podido dedicarte van a morir derramándose por mis manos, entre las venas de mis dedos, que frustrados, cierran un puño que no detiene el tiempo.
No quieras saber cuánto te habré esperado, porque puede que entonces ya me haya cansado. Dejaré una nota, fingiendo que no me importas, con manchas traidoras de agua salada en el punto final.
Y el tiempo pasa…. y los labios se me agotan.
No Me Despertéis 
Vuelvo al agua a nadar un rato..
Porque en el agua disimulas las lágrimas….
Touché!
Shhhhhhhhh!
El amor que caduca no es amor, es dolor encubierto de anhelo traicionado, no encontrado y frustración. He mirado en el dorso de la tapa. 😉
Has podido abrirme. Quédate con la tapa, es tu medalla.